Crónica de Mi Primer Ironman: 'El Después'

Después del gran día y del gran reto, llega la calma. Llega recibir millones de felicitaciones, sentirte querida, y sentirte orgullosa de ti misma como nunca. Aunque también empieza a aparecer el dolor. Una de las grandes consecuencias fue mi espalda quemada... aunque mis piernas tambien se sienten cansadas...pero el dolor desaparece cuando empiezas a pensar cómo empezó todo...

Aquel día habíamos ido a nadar con un amigo, era a finales de agosto y teníamos ganas de saber cómo se tenía que nadar....ahí él nos introdujo el termino del Iron lo veía una grandísima locura, era para gente de otro mundo al cual yo no tenía acceso....pero empecé a hablar de él más cerca y a poco a poco te vas familiarizando.... ¿Una maratón después de 180 km? y yo recordaba cuando acababa en marchas de estos km y me veía incapaz de correr 10 m... 

Pero en octubre empezó todo, como una broma...Lanzarote el más duro de todos los Irons, y el primer Iron...que aventura que seria, íbamos diciendo....pasaron semanas y en Noviembre me apunté

Ya teníamos esa fecha límite para ponernos a tope, y acabar el gran reto. Porqué si al principio solo era acabar, pero... cuando te ves que vas mejorando y puedes dar más....aún quieres hacer tiempo y todo.

A partir de aquí empezaron clases de natación, leer en foros, libros para saber cómo tenía que entrenar el gran reto y hablar muchas horas con grandes amigos para aprender de sus errores y de lo que conocían. Pero no son muchos los que conociamos que habian jugado con esta distancia, así que íbamos tropezando en el camino continuamente.

Cuando la gente se empieza enterar de tu locura existen dos tipos de personas: las que te animan, y te apoyan y te dicen que seguro que lo conseguirás, y las que te miran con cara de incredulidad, en las que se preguntan así mismos que como me atrevo a pensar que yo podré conseguirlo. Por estas últimas, gracias. Gracias por hacerme creer que no lo podía conseguir, y así dedicar más horas de entreno, para estar motivadísima cada vez que cogía el frontal y me iba a correr, y gracias porqué sin ellas no hubiera disfrutado tanto del gusto de haberlo conseguido. Y por aquellas que han confiado tanto en mi y que des del primer momento me han extendido su mano para ayudarme, mil millones de gracias, quiero daros un abrazo a todos como cuando cruce la línea de meta. Porqué si una cosa he llegado a aprender en esta aventura es que los amigos se valoran en los peores momentos, en los que necesitas que te apoyen y te valoren, y vosotros habéis estado cuando os he necesitado.


Gracias