Crónica de Mi Primer Ironman: 'El Antes'

Llegamos el martes a la tarde, con mi maleta de caja de cartón, el primer viaje en avión de la stevens.... 


 


Nos instalamos en el apartamento, cerca de donde se va a realizar todo el Iron. En el paseo vemos continuamente gente corriendo y en bici. Empiezan a venir las cosquillas en el estomago, pensando que tu no estás entrenando, pero intento ser fría y pensar que el trabajo esta hecho y que ahora lo único que puedo conseguir es desgastarme. Esta semana sólo nos toca correr 6km, 1,5h en bici y nadar 2000 metros. Estamos de descanso prácticamente.


                 


Al día siguiente nos levantamos y vamos a hacer una rutilla en bici escogiendo un recorrido dónde pasaremos el dia de la carrera. Comenzamos a comprobar que lo que contaban del viento no era mentira. Sopla que te hace tener la sensación de estar subiendo un puerto de primera categoría aunque estes llaneando. Aunque es fácil estresarse y empezar a verlo todo nublado, te obligas a pensar que en la carrera no será así (automentirse a veces es necesario). Después de la ruta en bici, la hacemos en coche, aunque a mi no me sirve de mucho porqué mi memoria en ruta es nefasta.







Vamos a recoger los dorsales... esto ya empieza a tener color. No eres nadie si vas a hacer un iron y no llevas la pulsera de atleta. Ahí es cuando me sentí una posible Ironman.







Al dia siguiente nos levantamos a las 5'30 para ir acostumbrando el cuerpo a lo que será nadar a las 7 de la mañana, así que a esa misma hora nos ponemos a nadar, con 200 personas más. No somos tan originales. Como ya esta la vuelta señalizada, hacemos una vuelta del mismo recorrido (aunque el sábado serian dos). La hago en 35 min y estoy super contenta. 


Este mismo dia queremos desconectar y nos vamos a la Graciosa, la mejor idea que pudimos tener. Nos estiramos pero la tensión se palpa, no puedes llegar a desconectar aunque quieras, el sábado tienes la gran cita después de tantos meses preparándolo.... esto no se olvida tan fácilmente.






Y ya llegó el viernes, el día que entramos la bici y las bolsas a boxers... el paseo se habia transformado y ahora si que solo se respiraba aire de Ironman. La calle cortada, vallas, y exclusividad y prioridad para los que llevábamos la pulserita roja. Éramos especiales. Nos hacian sentir especiales.



 






Y ya quedaba menos, ahora si que si....cenar, dormir....nervios...muchos nervios...y...






P.D. Novatadas que hicimos como primer iron: Ruedas infladas en el avión, casco y portadorsales sin ponérselo en la entrada del box ;)