Este fin de semana ha sido amargo.
Después de un gran entreno el sábado, por culpa de esos coches que piensan que somos de goma, el compañero de fatigas se cayó y se rompió la clavícula. Cuando vivímos caidas de este tipo, después de ver lo que durante tanto tiempo llevaba preparándose las carreras, te preguntas si realmente todo el esfuerzo te será recompensado, pero sigo creyendo enormemente que si....que cuando la vida nos pone a prueba poniéndonos trabas como éstas, nos tenemos que levantar, mirar hacia delante y luchar con todo lo que se nos ponga por delante.
Así que a cinco semanas vistas del gran dia solo puedo decir dos cosas: motivación, y nervios. Motivación, porqué cada vez estoy mejor, y nervios por saber como me encontraré y como estaré.
Después de un duro entreno esta semana después de casi 10km de nadar, 400km de bici y 40km de correr, y en total una dedicación de unas 20h, puedo decir que me siento satisfecha...pero será lo suficiente? Siempre acabo teniendo la sensación que tengo que hacer más, que lo que hago no es suficiente para el reto que me he propuesto, lo quiero hacer bien, y para hacerlo tendré que sufrir...sobretodo mentalmente....
Nos queda seguir entrenando, sufrir y motivarnos, porque si algo estoy aprendiendo es que todo aquello que nos proponemos lo podemos conseguir, y solo hay mayor regalo que conseguir un sueño...
A principio de temporada empezó esta locura, este gran sueño, que era un largo camino de aprendizaje de las tres disciplinas, pero también conmigo misma.
Voy aprendiendo cada día más a estar conmigo misma, a aprender valores, y saberme esforzar más... me siento imparable, y me siento que aquello que me proponga lo podré conseguir... sea o no sea así, estoy con ganas de más, y solo sé que cuando me veo en la llegada de la meta, me entran unos nervios y mis ojos se humedecen..... y que és vivir sin tener este tipo de sueños?